martes, 27 de abril de 2010

Sexto Capitulo

Al despertarme no me acordaba de nada de mi sueño, solo sé que había sido algo extraño, ya no tenía la cara tapada y me encontraba en un pequeño cuarto con demás literas donde había otros seres, no sabía si eran humanos o vampiros y no me apetecía descubrirlo en ese instante. Estaba en una cama, era bastante incómoda y sus sabanas eran muy ásperas, todo lo contrario que las de mi hogar…

Me pregunto que estarán haciendo ahora, ¿se preocuparan por mí? ¿O se habrían olvidado de mi?, me daba miedo contestar a estas preguntas porque ellos habían sido mi familia hasta que me convertí en una vampira y ahora ya no tenía a nadie.

Escuche un ruido y me gire, al parecer estos humanos, vampiros o lo que fueran no estaban durmiendo. De repente vi unos ojos rojos carmesí mirándome y observándome, empezaron a decir cosas, para un humano parecerían susurros muy suaves pero yo podía escucharles aunque hablaran tan rápido.

Uno de ellos era un chico rubio de tez muy pálida, tenía los ojos azules como el cielo y su corazón no latía, eso quería decir que no era humano sino un vampiro, pero entonces ¿por qué no tenía los ojos rojos como el resto? , sus ojos no mostraban agresividad ni hostilidad, parecía como si sintiera compasión de mi, al darme cuenta de cómo me miraba me irrite y solté un bufido.
No me gustaba la forma en la que me miraba, los demás al ver mi estado de ánimo se echaron hacia atrás y se pusieron en posición de ataque.

Al parecer estos eran como los mosqueteros, si atacas a uno los demás te atacan a ti, supongo que es una manera de sobrevivir. Al rato apareció una chica muy corpulenta y fuerte, su cabello era rojizo como las llamas del fuego y ondeaba como ellas, era pálida como la leche y sus ojos eran carmesíes, era muy hermosa. Empezó a andar hacia mí y se paró a medio metro, me observo durante un momento y al final se decidió a hablarme.


¿Quién eres? –dijo la chica pelirroja.

Y a ti que te importa –le respondí con tono amenazador. ¿No deberías presentarte tu primero?

Me llamo Flame, el apellido no importa como el tuyo. Aquí lo que importa son tus dotes de lucha, si eres débil mueres mientras que si eres fuerte sobrevives.

Eso no me gusta –le reproche.

A mí no me importa ni a nadie si te gusta aquí, así son las cosas aquí por lo menos y tendrás que vivir con ello -me dijo con una voz muy seria y molesta.

Quise desviar el tema de la conversación porque no me gustaba el rumbo que estaba tomando –bueno y ¿quién es el líder aquí?


Flame se rio en cuanto hice esa pregunta y los demás también salvo el chico rubio. Me sentí como una estúpida, no me gustaba que la gente se riera de mí.

Tesoro no te pienso responder a eso, pronto lo descubrirás por ti misma, hasta entonces vete intentando acostumbrarte a esto –me dijo y al acabar su frase bajo por las escaleras junto con los demás vampiros, había de todo tipo. Se bajaron todos excepto el chico rubio.

¿Y tú qué quieres? –le dije mientras les echaba una mirada asesina.

No tienes que ser tan hostil con todos los vampiros, no todos somos iguales que los demás. Algunos son muy pacificos y viven al margen de los vulturis, yo no vivo al margen pero soy pacifico- me dijo con un tono muy amable.

Cuando me lo dijo me quede con la boca abierta- ¿pero tú no matas humanos?

Al chico se le escapo una sonrisa con un poquito de amargura –intento no hacerlo, puedo sobrevivir comiendo animales durante meses pero cuando nos visitan los vulturis debo tomarlos para pasar desapercibido.

Entonces eres un poco como yo ¿no? – le pregunte mientras me iba relajando hasta que mis labios formaron una pequeña sonrisa. Al parecer yo no era tan rara, quizás quedaba algo de esperanza.

Por eso te he dicho que no seas tan hostil, al menos conmigo. Hay un grupo de vampiros como nosotros en este castillo somos muy pocos pero queremos escapar de aquí como sea, ¿te unirias a nosotros? –me pregunto mientras me sonreía con mucha amabilidad y cierto aire seductor.

Me puse algo roja pero le conteste- lo estoy deseando.

Pero una cosa, ¿Cómo te llamas? –le pregunte.

Me llamo...

jueves, 15 de abril de 2010

Quinto Capitulo

Quinto Capitulo
----------------------


Perdí el equilibrio cuando uno de los vampiros me agarró de las piernas y me tiró al suelo, conseguí proteger a la niña utilizando mi espalda como protección.

Vi que estaba sana y salva, y por un momento me sentí aliviada hasta que miré hacia arriba y me encontré con siete vampiros adultos listos para matarme a mí y a la niña, la pequeña empezó a gritar en cuanto los vio, pero ella no se daba cuenta de que yo también era igual que ellos, un monstruo, fue entonces cuando me di cuenta de que no tenía ningún lugar al que ir, nadie me aceptaría, solo los que eran igual que yo y esos eran los vulturis, deje de abrazar a la niña para protegerla y me quede mirándola y luego mire fijamente a los siete vampiros.


La niña se quedo mirándome con lágrimas en los ojos y con mucho miedo.

Parece que al fin se ha dado cuenta de su verdadera naturaleza –dijo uno de los vampiros.

El plan ha salido como predijo Aro, fue buena idea la de ponerle a esa humana de cebo –le repuso otro vampiro a los demás.

Os suplico que perdonéis la vida de esta niña, no intentare escaparme nunca, os lo prometo, solo os pido que la dejéis libre y no la matéis –dije con un tono de tristeza.

Eso se lo tendrás que decir a Aro personalmente aunque nos dijo que podíamos hacer lo que nos apeteciera con ella, y yo tengo hambre, ¿vosotros no amigos?

Tenemos bastante hambre –contestaron los otros seis vampiros a la vez.

Veo que lo que pides no va a poder ser pequeña vampira –dijo el vampiro con una sonrisa de satisfacción y mofante.

Por favor no hagáis eso, es una niña inocente –repuse con un tono bastante convincente, no se acordara de nada solo tiene cinco años, y aparte quien la iba a creer nadie, todos pensarían que son imaginaciones suyas.

Lo que dices es verdad pero a nosotros nos da igual todo eso, nosotros nos guiamos por nuestros instintos, y lo que nos están diciendo ahora es que nos la comamos, así que hazte a un lado si no quieres que te dejemos destrozada durante una larga temporada.

Tenía miedo, no sabía lo que eran capaces de hacerme, bueno sabia una parte que fue cuando me mordieron todos esos vampiros en esa espeluznante habitación, no podría haber nada peor que eso ¿o sí?

Fue como si el vampiro me hubiese leído la mente porque me contesto- hay cosas peores que lo que te hicimos para transformarte créeme y si no podemos enseñártelo ahora si no haces lo que te decimos –dijo mientras me enseñaba los colmillos y se ponía listo para atacarme en cualquier momento.

Trague saliva, no quería experimentar algo peor que lo que me hicieron, se que quizás parezco una cobarde pero yo no… no puedo hacerlo. Quedaros con la niña y llevarme con Aro.

Estas aprendiendo a ser como nosotros por lo que veo – dijo mientras sonreía, vamos al castillo, encargaos de la niña humana, yo me llevo a esta neófita.

Seguí al vampiro para que me llevara con Aro pero antes me gire para ver por última vez a la niña, susurre un lo siento, no se si me oyó pero no podía hacer nada por ella, era demasiado débil, nunca la habría podido salvar.

Pero la próxima vez sería diferente, ya no sería la cobarde que se echa atrás y teme a cualquiera, no yo no sería como soy ahora.

Llegamos hasta la sala del trono donde se encontraba Aro, al cerrarse la puerta se giro y me miro con bastante indiferencia pero con un tono de satisfacción.

Veo que finalmente te has dado cuenta de tu verdadera naturaleza, me alegra ver que has despertado de tu ensoñación.

Antes de que cumplas la misión que te dije en su momento te enviare a mi palacio de Rusia, allí serás entrenada para estar a nuestro nivel.

¿A Rusia? , está demasiado lejos, pensé que me quedaría aquí –dije angustiada.

Si te creías que te lo íbamos a poner fácil estabas equivocada, como aun no eres uno de los nuestros… -miró hacia mi lado izquierdo e hizo un gesto de asentimiento.

Me taparon la cabeza con un saco negro y me noquearon, me desmaye del dolor. Ese día tuve un sueño…


continuara :D comentar ^^


Espero que sigais leyendo mi novela un beso ;)

Cuarto Capitulo

Diarios de una vampira con los vulturis


Pasaron los días, lo que a mí me parecían años, un dolor insufrible, notaba como si mis huesos tiraran de mi en un intento de hacerse más grandes, era un dolor que no creo que fuera a olvidar en mucho tiempo, no podía gritar, ni moverme, y mientras ,esos seres tan repugnantes jugaban conmigo, era insoportable.


Cuando todo esto se acabe juro que seré su pesadilla, hasta entonces seguiré su juego, esto ya no tiene que ver ni con mis amigos, ni Sharon, ni Louis, esta es mi venganza. Me han quitado lo que yo más quería en este mundo, a mi familia, me han separado de ella, han roto y destrozado mi futuro, mi vida como humana.


Abrí los ojos por primera vez en siete días, notaba como mi garganta ardía, al principio no supe lo que era, hasta que vi como se posaba un cuervo negro en el árbol en frente de la ventana, no sé como lo hice o como era capaz de hacer eso, pero podía ver las venas del cuervo y como la sangre fluía por ellas, fue pensar en sangre y mi cuerpo se movió por su cuenta, en un segundo me encontraba en el árbol donde instantes antes estaba el cuervo, agarre al cuervo y bebí de su sangre, fue asqueroso, pero la sangre… para ser la primera vez no estaba tan mal , ya no me quemaba tanto la garganta como antes, podía lidiar con ella, con la sed.


De repente se abrieron las puertas a mi habitación, era Aro, al último ser que me gustaría ver en toda mi vida.

Vaya, esto sí que no me lo esperaba, veo que te estás adaptando a tu nueva vida, como me alegro por ti querida, sabía que estabas hecha para ser una vampira –dijo con un tono de estar bastante complacido con lo que veía, me estudio de arriba abajo mientras sonreía con la más perversa de las sonrisas.

No me estoy adaptando, yo… he pensado en sangre y… sin darme cuenta ya había bebido del curvo… soy un monstruo… -dije mientras intentaba llorar, quería llorar tenía tantas ganas pero no podía. ¿Qué me pasaba, por qué no podía hacerlo?

Aro me miraba con curiosidad mientras analizaba mi reacción. Los vampiros son incapaces de llorar querida, es imposible hacerlo en nuestra raza al igual que reproducirse entre vampiros.

Dentro de una hora quiero verte abajo en nuestro trono, espero que sigas nuestras órdenes sino tendrás un día tan agradable como el de ayer y no creo que lo quieras vivir hasta dentro de un tiempo.


Pasó la hora y me iba a preparar para salir e ir hacia la sala del trono cuando una humana entró en mi habitación. Era pequeña, tendría unos diez años, se parecía tanto a mi hermana pequeña…fue al cabo de unos segundos cuando me percate de su olor, muy dulce, tan dulce, mi garganta ardía pero no iba a caer en la tentación, era una niña pequeña por el amor de dios no le iba a hacer nada.


Hey pequeña ¿qué te ocurre?, ¿te has perdido?

Por favor ayúdame –dijo la pequeña mientras lloraba, por favor ayúdame, me persiguen, no quiero que me pase lo mismo que a los demás.

La pobre estaba temblando de miedo, no me explicaba por qué los vulturis la querían, pero no iba a dejar que la hicieran daño, pensaba ayudarla a escapar costase lo que costase. No la abandonaría, aunque tuviera que cargar con las consecuencias de mi decisión.

Vamos –la cogí en brazos y empecé a correr, no era una velocidad normal la mía, supongo que esta era una de las ventajas de ser vampiro. Conseguí zafarme de los guardias sin que notaran nuestra presencia y salimos a la plaza mayor.


Empieza el juego –dijo Aro, diles a los demás que pueden ir a por ellas, esto promete.

Mi señor, ¿pueden matar a la pequeña humana o la mantendréis a salvo?

Matarla, no me importa, pueden darse un festín incluso con algún paseante de la ciudad pero claro, con extrema precaución y disimulo.


Corría lo más rápido que podía, por un momento pensé que no se habían dado cuenta de nuestra fuga, que ingenua fui, notaba la presencia de más de un vampiro pisándonos los talones…


Espero que sigais mi novela y os haya gustado este capítulo un beso ;)

Tercer Capitulo

Diarios de una vampira con los vulturis


Lo último que escuche antes de caer inconsciente fue como el sonido de una piedra al romperse, este sonido hizo que hubiera como una pequeña descarga eléctrica sobre mi espalda, la verdad es que no lo sé definir muy bien pero en estos momentos sentía muchísimo miedo.

Al cabo de un rato me desperté, no sé donde estaba, menudo sueño he tenido, soñar con vampiros que cosa más absurda, me pregunto que le pasaría a ese chico, ¿cómo se llamaba?...ah sí Louis.

De repente vi que alguien abría la puerta.

Vaya vaya despierta tan pronto, será mejor que hagas lo que te digamos sino… no sé lo que le podría pasar a Louis- dijo Aro con su sonrisa más perversa.

Acabó de articular la palabra Louis y me lleve las manos a la cabeza, no había sido un sueño, dios mío Sharon estaba muerta y Louis… ¡Louis! ¿Qué le habrían hecho estos psicópatas?

Dime donde esta Louis ahora mismo –le dije a Aro con tono amenazador.

No no no no no-dijo aro mientras movía un dedo de la mano de un lado a otro- no te encuentras en una situación en la que puedas negociar conmigo pequeña, si haces que me enfade creo que ya sabes las consecuencias de tus actos ¿no?

Trague saliva, y este tío de que va, solo por ser un vampiro ya me trata como si fuera un ser inferior, y me chantajea.Cuando salga de estas me las pagara.

¿Qué tengo que hacer para que liberes a Louis?

Chica lista, ahí es donde quería que llegáramos, supongo que querrás que le liberemos y que no sufra ¿no es así?

Pues bien tú te quedas con nosotros y él se va, tan fácil como eso, pero claro hay ciertas condiciones-dijo Aro mofándose de mí.

Si le pasaba algo a Louis no me lo perdonaría, primero Sharon, luego mis amigos y por último él, no le conocía, eso estaba claro, solo había pasado una noche con él pero había algo y no iba a permitir que lo destruyeran antes de que hubiera empezado.

¿Y las condiciones serían? –dije con una voz que no creí que hubiese salido de mi, parecía que no tuviese miedo aunque si lo tenía.

Te unirás a nosotros y acataras nuestras ordenes y dentro de unos años quizás te demos algo de libertad pero claro si cumples todo lo que te mandemos.

Te infiltraras en una familia de vampiros que hace mucho que me están dando problemas, los Cullen-cuando mencionó ese nombre puso una cara que no me gustaría ver en mucho tiempo.

Pero antes de eso tendremos que convertirte en uno de los nuestros-termino de decir la frase y chasqueo los dedos y la puerta se abrió, gire la cabeza para ver quien entraba, seis hombres de negro con ojos rojos. Ya sabéis lo que tenéis que hacer, es toda vuestra.

Mientras Aro bajaba las escaleras después de haber salido de la habitación se empezaron a escuchar mis gritos. Aro se reía mientras me escuchaba gritar- que melodía más hermosa y que fragancia…



Espero que os haya gustado ;)

Segundo capitulo

Segundo capitulo


Entramos en el local con los demás, desde luego era para gente rica, por lo que me sorprendió que nos dejaran entrar con tanta facilidad, al parecer Louis conocía a los dueños de este sitio.

Espera un momento, ahora vuelvo-dijo Louis y acto seguido se fue a hablar con cinco hombres que la verdad parecían que iban a algún baile de mascaras porque iban con capas negras y tenían lentillas de color rojo en los ojos.

Mi amiga Sharon tiró de mi brazo y me llevó al baño, al parecer se encontraba mal, eché una última ojeada a Louis, al parecer su conversación iba a durar más de lo que había previsto y acto seguido seguí a mi amiga.


Cuando llegamos al baño mi amiga se encerró en el baño y empezó a vomitar todo lo que había ingerido, la verdad es que esta imagen de ella vomitando no me agradaba mucho pero ya estaba acostumbrada a las borracheras de Sharon, siempre igual, la verdad es que me preguntaba cuándo iba a madurar de una puñetera vez pero bueno… - escuche a mi amiga vomitar varias veces seguidas y salir de uno de los servicios-¿te encuentras bien?, no te he visto vomitar nunca de ese modo, tan…tan violentamente.


Estoy bien –me contesto Sharon – es solo que creo haber ingerido algo bastante fuerte, te juro que no he tomado ni una sola droga, sabes que no soy de esas chicas pero ¿qué puedo haber ingerido que me haga sentir tan mal?

No lo sé la verdad pero será mejor que volvamos ya a nuestras casas, primero tienes una pinta-suspire- ni te cuento y si te sientes tan mal es mejor que reposes en cama y segunda es muy tarde y nuestros padres estarán bastante preocupados y si quieres volver a tenerme en las fiestas que vayas será mejor irnos ya mismo.

De acuerdo-me contesto-pero solo porque eres mi mejor amiga- me guiño un ojo- ¿vamos?

Salimos del año y me quede horrorizada al ver el escenario, todas las personas que habían asistido al local estaban yaciendo en el suelo manchadas de sangre, mi amiga pego un grito y al hacerlo una silueta se movió detrás de nosotras y se abalanzo sobre Sharon. A continuación Sharon grito y después su cuerpo cayó al suelo.

¡Sharon!-grite-¡Sharon!-estaba horrorizada, salía sangre de su cuello y creo que se le había roto con la fuerza que había empleado ese monstruo. Gire a mí alrededor para ver quién era o que era lo que le había hecho esto a mi amiga, quería huir pero a la vez quería encontrar al responsable de todo esto.

No había nadie, me gire para comprobar que mi amiga estaba realmente muerta y vi a Louis sujetándola y junto a él estaba uno de los hombres que iban disfrazados.

¿Es ella?- preguntó el hombre que iba con la capa negra, si lo es- respondió Louis-al articular esas palabras el hombre de negro se abalanzo sobre mí y me lanzo contra una columna.


No le hagas mucho daño, la quiero sin daños graves- dijo Louis.

Déjame al menos jugar con ella un poco- le respondió el hombre de negro.

No- dijo Louis con una voz bastante seria casi parecía un rugido ¿pero un ser humano no puede hacer eso no?

Déjala inconsciente y vayámonos, ya habéis hecho bastantes estragos con todos estos humanos, no esperaba veros aparecer tan pronto y menos seguirme la pista, ¿por qué lo hicisteis?, ¿acaso dudabais de mi?

Claro que no Louis, sabes que confiamos en ti solo que teníamos hambre y como esto es un restaurante pues nos dejamos caer, ¿no tenemos derecho a comer como ellos?-dijo con tono de burla.

Si pero os habéis excedido- dijo Louis.

Cambiando de tema, ¿estás seguro de que es esta la chica?, no parece muy amenazadora como dijo esa nueva vidente del clan- dijo mofándose de mí. Podía escucharles pero no me podía mover.

¡Bueno, bueno, bueno pero que tenemos aquí! Si es Louis y su compañera…

Me lo temía, sabía que esto iba a pasar, así que decides salvar a tu alma gemela e ir en contra de nosotros, me parece muy mal por tu parte, con lo que te queremos en nuestro clan. Vamos a tener que hacerte entrar en razón a la fuerza. Romanov, encárgate de la chica.

Así que así era como se llamaba el que me había lanzado contra la columna, ¡cuando vuelvan mis fuerzas se enterara!

No pongas tus sucias manos encima de ella-rugió Louis.

Eso tendremos que verlo querido Louis- dijo Aro.


Continuara :) comentar un besoo :D

Diarios De Una Vampira Con Los Vulturis

Diario de una vampira con los vulturis


Os estaréis preguntando quien soy y la verdad de momento no os lo puedo decir, mi seguridad peligra y si revelara mi nombre no sé lo que serían capaces de hacerme. Ahora mismo me encuentro en las catacumbas de Volterra, donde los vulturis torturan a los vampiros que han quebrantado las leyes, seguramente querréis saber que he hecho para llegar a la situación en la que estoy ahora y os la contare pero más adelante, y lo de no poder decir mi nombre es para que los vulturis no encuentren a ningún pariente mío humano.

Se que resulta extraño pero salvo por mi familia humana no me pueden amenazar con nada, no me importa que me torturen, tortura suficiente ya es ser vampiro o al menos en mi opinión, desde que me convirtieron todo ha sido un infierno para mí.


Me metí en una fiesta en la que insistieron mis amigas que fuera, según ellas decían que iba a ser la fiesta del año y que habían conocido a varios tíos buenos y que le habían dado varias entradas para ellas y sus amigas, al final me convencieron de ir, en que hora las hice caso…

Llegamos a la fiesta justo a la hora buena para encontrar un poco de marcha, mis padres me habían dejado ir porque iba a cumplir dentro de nada 17 años y querían que viera que ellos confiaban en mi, y estaban seguros de que sería responsable y sensata, lo cual era así.


La noche transcurrió sin ningún percance, hasta que llegaron los chicos que mis amigas me habían mencionado antes, hicimos las presentaciones y todo eso, había uno de ellos que llamo mi atención, nuestras miradas se cruzaron durante un segundo lo que a mí me pareció una eternidad, él era alto, de tez pálida, con unos ojos verdes muy vivos ,no sé por qué pero me recordaban a los ojos de una pantera acechando a su presa, nos dividimos en parejas y nos fuimos a la pista de baile, a mi me toco con ojos de pantera, le había puesto ese mote en mi cabeza, pero en realidad se llamaba Louis, cuando me lo dijo pensé en la historia de la revolución francesa, si ya lo sé , yo y mis rarezas pero me hizo gracia, bueno el caso, me llevo a la pista de baile y empezamos a bailar, y que queréis que os diga ,se movía con tanta elegancia y agilidad que yo a lado parecía miss patosa.


Al cabo de un rato paramos de bailar y no fue por él sino por mí, Louis ni sudaba ni nada y yo en cambio estaba roja como un tomate y me faltaba le aire. El pareció darse cuenta de ello y me trajo una bebida, le di las gracias y me lo bebí, que buena estaba la bebida, fresquita, fresquita…


Ya eran las dos de la mañana, ni me había dado cuenta hasta que empecé a ver de vez en cuando a grupos de personas yéndose del local.

Louis creo que nos tenemos que ir ya – le dije, la verdad es que no me quería ir, me lo estaba pasando de bien ,pero era bastante tarde y mis padres se empezarían a preocupar si llegara mucho más tarde.

¿Tan pronto?, venga quédate un poco más-parecía que él tampoco quería que me marchara- teníamos pensado ir a otro local no muy lejos de aquí, anímate no tardaremos mucho más.

Al terminar esa frase me soltó una sonrisa a la que no me pude negar-De acuerdo pero solo un ratito más-le dije con mi más tímida sonrisa.

Sus amigos y mis amigas llegamos al local y efectivamente no estaba muy lejos, parecía un sitio elegante así que no dudamos en entrar.


Ese fue el principio del fin.